sábado, 13 de febrero de 2016

Especial Sagas: STAR WARS

Como bien sabéis todos, 2015 ha sido, sin duda alguna, el año de Star Wars. El estreno de su esperado episodio VII, tras diez años desde la última película de la saga y casi cuarenta años después de la famosa trilogía original, ha sido el acontecimiento cinematográfico del año, por lo que desde Memorias de un cinéfilo, queremos dar un repaso a esta saga con la que todos hemos crecido y que tanto hemos disfrutado.



Pero primero, remontémonos a sus inicios: en 1977 se estrenaba en Estados Unidos, una de las primeras películas de ciencia ficción, en lo que fue, sin duda, uno de los acontecimientos más importantes en el mundo del cine. Se trataba ni más ni menos que de la guerra de las galaxias, una space opera creada por la mente de George Lucas, que marcó un antes y un después en la industria del cine. Esta saga tenía lugar en una galaxia muy muy lejana de un nombre desconocido y en un tiempo no especificado, donde convivían tanto humanos como todo tipo de extraterrestres.

Tal fue su éxito que tres años después llegó su secuela, considerada la mejor de la saga por muchos y en 1983 se ponía fin a esta historia de tres capítulos que tan bien se nos había contado y que tanto nos había enganchado. Pero en la cabeza pensante de todo esto, en la de George Lucas, siempre había estado la idea de elaborar otra trilogía, una que contara los sucesos anteriores y por qué había sucedido todo.




Así, en los años 1999, 2002 y 2005 llegaron estas tres películas que, seamos claros, fueron una gran decepción generalizada, pues se había perdido la magia de las originales. Uno de los aspectos que más se criticó fue el excesivo uso del CGI, de los cromas y de los estudios de grabación, donde la postproducción duraba meses y meses.

Pero cuando todos pensábamos que el universo Star Wars estaba ya finiquitado, llegó la gran noticia: en Octubre de 2012 Disney adquirió Lucasfilm, la compañía de George Lucas y anunció la producción de una nueva trilogía de películas que comenzaría en 2015 con el episodio VII, una continuación de la historia que se terminó de contar en 1983. La labor de dirección recayó en el ya conocido por todos J.J Abrams, pupilo de Spielberg y  mente creadora del fenómeno televisivo "Lost" y de películas como Super 8. También se anunció que aparte de esta nueva trilogía, se crearían otras tres películas independientes a ella, pero dentro del mismo universo, que serían para expandir este mundo y contar otras cosas que no tenían cabida en las películas principales.


Puestos ya en situación, nos centraremos ahora en aportar nuestra visión acerca de esta saga de películas de forma individual y empezando no de forma cronológica en cuanto al número de los episodios, sino en cuanto a su fecha de estreno, ya que eso nos permitirá hacer apreciaciones más acertadas y comparar un estilo con otro dentro de la época en la que fueron rodadas.

  • Star Wars: Una nueva Esperanza (1977)

Todo empezó en 1977 cuando se estrenó la primera entrega de la guerra de las galaxias en lo que, como comenté antes, fue uno de los grandes acontecimientos cinematográficos de la historia, pues las películas de ciencia ficción no tenían mucha cabida en esa época. Esta película había estado gestándonse desde 1971 cuando se aprobó por parte de Universal Studios. Inicialmente se trataba de una especie de remake de La fortaleza escondida, de Akira Kurosawa, pero en 1974 se modificó en un primer guión esta historia, que ya incorporaba elementos como la estrella de la muerte y donde el personaje principal se llamaba Annikin Starkiller, pero tras un segundo borrador, la historia se fue puliendo y se introdujo al nuevo héroe, llamado Luke, que vivia en una granja y cuyo padre era Annakin, un sabio caballero Jedi, introduciendo también el concepto de la fuerza como energía que movía el mundo. En una siguiente versión, eliminó al personaje paterno y lo sustituyó por un tal Ben Kenobi, para por fin, el 1976, tener ya la versión definitiva, la que conocemos todos, del guión de Star Wars: Una nueva esperanza. Se debe decir que en un principio no se tenía ninguna fe en este proyecto y que tanto actores como músicos, pidieron que su nombre no apareciera en los títulos de créditos, como por ejemplo la famosa voz de Darth Vader, James Earl Jones.


La película se sitúa 19 años después de la creación del imperio galáctico, donde el mal reina en toda la galaxia. La princesa Leia, líder del movimiento rebelde, ha sido capturada por las fuerzas imperiales, capitaneadas por Darth Vader, el sirviente más fiel del Emperador. El intrépido y joven Luke Skywalker, un granjero con grandes aspiraciones, se ve envuelto en el conflicto y descubrirá que nada es lo que parece, cuando de forma indirecta, reciba un mensaje cuyo destinatario es el viejo Ben Kenobi, ermitaño de las montañas que no es quien dice ser. Ellos dos, junto con la ayuda de Han Solo y Leia, serán los encargados de llevar a cabo esta lucha contra el imperio e intentarán devolver la paz a la galaxia.

Así podríamos resumir en lineas generales el argumento de esta película que todos conocemos perfectamente. En cuanto al reparto, se escogieron algunos nombres desconocidos que acompañarían a otros más conocidos en esta aventura galáctica. El papel principal de Luke Skywalker recayó en manos de un joven y desconocido Mark Hamill, mientras que el viejo Ben Kenobi fue interpretado por nuestro querido Alec Guinness. El papel de la princesa Leia fue a parar a manos de otra desconocida, Carrie Fisher mientras que Han Solo fue interpretado por un carpintero, un amigo de George Lucas que se acabaría convirtiendo en una de las mayores estrellas del cine americano, nuestro querido Harrison Ford. Para el papel de Darth Vader se llegó a una curiosa decisión, pues el actor que se enfundaba el traje, David Prowse, tenía una voz que no era ni intimidante ni infundía respeto, por lo que se recurrió a James Earl Jones para dar voz a este icónico villano. Para los droides R2D2 y C3PO se recurrió a actores como Kenny Baker y Anthony Daniels y para el mítico Chewbacca, contrataron a Peter Mayhew.

Se trata de una película que para la época en la que fue rodada, supuso un adelanto tecnológico en cuanto a efectos especiales se refiere, ya que debido al coste de los mismos, nadie quiso producirlos y George Lucas tuvo que crear su propia productora. La historia no deja de ser una historia de aventuras, nada complicada de seguir y con mucha acción, con un ritmo trepidante que te engancha en la historia desde el primer momento, queriendo saber más y más sobre los Jedis, los sith, el imperio, las naves, estaciones espaciales...todo un mundo creado en la cabeza de George Lucas que sigue perdurando con el paso del tiempo.


En cuanto a la película en sí, creo que no puedo deciros nada nuevo que no sepáis, se trata de una película mágica, que te hace vivir tu infancia otra vez y que nos lleva a guardar grandes recuerdos. Todos queremos ser ese joven Luke Skywalker y pilotar esas naves, descubrir que posees la fuerza y que tu destino es ser un caballero Jedi. Escenas míticas como la batalla en el espacio para destruir la estrella de la muerte, el combate entre Darth Vader y Ben Kenobi, el uso de la fuerza... pero el secreto de esta película no está en unas grandes actuaciones o un guión perfectamente estructurado, si no en el carisma de los personajes, en la chispa que desprende, esos sentimientos aventureros, esas ansias por querer descubrir este mundo, es una película con alma y se aprovecha de ello. El clímax de la película, con Luke guiándose únicamente por la fuerza para destruir la estrella de la muerte, es puro Star Wars, ahí se ve el poder de los jedi, sin ser necesarias luchas interminables de sables láser, que aun siendo un bonito espectáculo, no es la esencia de un jedi, si no la tranquilidad, la paz, el guiarse por esa energía por la que fluye la vida y consiguiendo así destruir la estrella de la muerte.


El final de la película dejaba un imperio tocado, sin su estrella de la muerte pero con otra en construcción y con un Luke que se abría paso a paso hacia el camino de la fuerza. Todas las cartas puestas sobre la mesa para afrontar la siguiente aventura, que llegaría en 1980 con el episodio V: El imperio contraataca.

  • Star Wars: El imperio contraataca (1980)
De esta cinta se dice que es la mejor de la saga por muchas razones. Yo sólo voy a destacar realmente una, el resto son complementos que hacen que la cinta mejore a cada minuto. Y esta razón es ni más ni menos que el ascenso de Darth Vader como uno de los mejores villanos de la historia del cine. Si bien en el episodio IV, en cierta forma no dejaba de ser un simple peón más en el juego del emperador y tenía poco más respeto que un soldado imperial, es en esta ocasión cuando por fin conocemos al temido Lord Vader. Un villano intimidante, aterrador y que siempre va un paso por delante, era lo que la saga necesitaba.


Pero esta película no es sólo eso, es el despertar de un nuevo Jedi que comienza su entrenamiento con un viejo conocido por todos que hace aquí su primera aparición, el maestro Yoda. Si bien no es el Yoda de las precuelas, serio y preocupado, es un Yoda más juguetón, como si de un niño grande se tratata, pudiendo ser perfectamente esto culpa de la edad y de los años de exilio.

La película nos sigue contando las aventuras de la alianza rebelde tiempo después de la batalla contra el Imperio, cuando pudieron destruir la estrella de la muerte, pero en esta ocasión el Imperio es quien sale triunfante, dejando a la rebelión tocada tanto moral como físicamente. Pero lo más importante de esta película es que se descubre que Darth Vader, quien un día fue Anakin Skywalker, es el padre de Luke. Este se lo confiesa tras una batalla, la cual se produce como consecuencia de un engaño de Vader hacia Luke, quien es seducido por su padre para unirse al lado oscuro, perdiendo una mano por el camino.

Se trata de una película mucho más oscura que su antecesora, con un Imperio que toma revancha y con unos personajes que van evolucionando poco a poco...y no, no me he olvidado del otro gran protagonista de la película: Han Solo. Aquí termina de consagrarse como ese héroe de acción que tan buenos momentos no ha dado, con ese carisma y esa personalidad que derrocha a raudales y con algunas lineas de diálogo que pasarán a la historia (si, ese "Te quiero. Lo sé").

En definitiva probablemente la mejor de toda la saga y que nos dejaba todo preparado para lo que se venía después con El retorno del Jedi.

  • Star Wars: El retorno del Jedi (1983)

Tras la magistral secuela que nos brindaron, había que cerrar el círculo y esto sucedió en 1983 con el estreno del episodio VI: El retorno del Jedi. Estamos ante un más que satisfactorio cierre para la trilogía, que si bien no mantiene el nivel de su antecesora, tiene momentos clave que hacen que siga siendo una de mis cintas favoritas de la saga. Todas las cartas están puestas sobre la mesa: Luke conoce el terrible secreto que se esconde tras Darth Vader cuando este le revela que es su padre, algo que afecta a nuestro héroe pues sabe que tras culminar su adiestramiento como Jedi, llegará el inevitable momento del enfrentamiento entre ellos dos. Por otra parte, con una estrella de la muerte en construcción hace su aparición el temido emperador, para supervisar en primera persona los avances en la construcción. Pero lo primero es lo primero: rescatar a Han Solo de las garras del abominable Jabba El hut. Así se nos presenta inicialmente este último episodio.


La película presenta a un Luke mas entrenado en la fuerza, más seguro de si mismo y más confiado que nunca, haciendo ver una evolución del personaje desde su enfrentamiento con Vader. Tras rescatar a Han Solo, Luke se dirige a Dogobah para completar su entrenamiento con Yoda, que antes de morir le revela que existe otro Skywalker. El clímax final se libra a tres bandas: por una parte, la sufrida y tediosa parte de la batalla en el bosque de Endor. Esto es sin duda uno de los aspectos más criticados y donde en mi humilde opinión, Lucas simplemente quería unos muñecos graciosos con los que ganar dinero en el merchandising. Si, hablo de los ewoks, esos osos enanos con lanzas y palos. No encuentro creíble de ninguna forma que estos pequeños seres sean capaces de derrotar a una tropa de soldados imperiales, sinceramente. Pero bueno, este pequeño traspiés se compensa con las otras dos bazas: la batalla galáctica en el espacio y el esperado enfrentamiento entre Vader y Luke, ante los ojos del emperador.


Esta es, sin duda, la mejor parte de la película y una de las mejores de toda la saga. Todo empieza con ese primer momento de debilidad de Vader, cuando su hijo le dice que aún hay un lado de luz en él, que lo puede sentir. Vemos por primera vez a un Vader vulnerable, con inseguridades pero donde aún reina el lado oscuro. El emperador, por su parte, quiere hacer de Luke su aprendiz y le incita a la batalla, al asesinato, pero se ve envuelto en un enfrentamiento con su padre, donde asistimos a un duelo de espadas láser donde hay más corazón que técnica. Es un enfrentamiento sucio, sin florituras con una carga emocional importante, donde la rabia hace que Luke sea el vencedor, dejando a su padre mal herido. Ahí aparece el emperador, que asiste sin ningún tipo de emoción a la escena y cuando Luke rechaza asesinar a su padre, comienzan los minutos más angustiosos de la película: Luke siendo electrocutado por el emperador y mientras tanto su padre, observando. El bien o el mal, la lucha interna que tiene en su interior se decanta a favor de su antiguo ser, dando como vencedor al lado luminoso y cogiendo al emperador y lanzándolo hacia el infinito espacio. Luke tenía razón, había luz en su padre. Pero este, mal herido y electrocutado, muere, no sin antes quedar en paz con su hijo, en un momento precioso. Luego, la escena final con Luke mirando al horizonte y viendo a los fantasmas de Yoda, Obi-Wan y su padre, joder, que escena, los pelos como escarpias. No puede haber un mejor final para esta trilogía original.

Como bien dije antes, no es mejor película que sus antecesoras, ni mucho menos, de hecho, en conjunto es poco más que entretenida, pero tiene ese final, esa magia de toda la saga y seamos sinceros, ya solo por eso merece la pena la película. Hubiera cambiado lo de la batalla de Endor y el principio, donde se come cuarenta minutos de película para salvar a Han, pero son nimiedades cuando llega lo gordo. En fin, una película entretenida, pero con uno de los finales más espectaculares y emotivos de la historia del cine, con una carga emocional muy intensa y que dejó contentos a todos.


Tras este final, llegarían las precuelas, esas "películas" que nos contarían lo ocurrido antes del imperio y donde se perdió un poquito el espíritu de Star Wars. Vamos a analizarlas un poquito, venga, aunque cueste:

  • Star Wars: La amenaza fantasma (1999)
Aquí es cuando llegaron las precuelas y con ello, esa pérdida del espíritu de la trilogía original. Nos empezaron a meter al Senado, la federación de comercio y otros tantos rollos políticos que no hicieron más que empañar una película que podría haber sido mucho mejor. Nos contaron lo que pasó antes del Imperio y como se empezó a forjar el legado de Anakin Skywalker. Para la ocasión, contamos con un joven Ewan McGregor (La isla) en el papel de un Obi-Wan aprendiz, cuyo maestro no era otro que Qui Gon Jin, interpretado por Liam Neeson (Venganza).


En esta película vemos como empezó el poder del emperador, que empieza como mero Canciller del Senado intergaláctico y como desde muy pronto intenta ganarse la confianza del joven Anakin, cuya historia de orígenes es contada de una forma un tanto extraña, con la inclusión de los famosos midiclorianos, que le concibieron y demás. Creo que hubiese estado mucho mejor presentarnos a un Anakin algo más mayor, quizás de la edad de Rey en el Despertar de la fuerza, no a un joven piloto de carreras que sabe reparar cosas y cuyo amor por su madre está por encima de todo.

En villano de la película es, en mi opinión, lo mejor de la misma. Darth Maul y su doble espada se roban las pocas escenas de las que disponen, con una espectacularidad digna de mención. Poco más que añadir para esta primera entrega de las precuelas. Como bien dije, vemos como se va perdiendo la magia de las películas originales poco a poco en un final que nos deja a Obi Wan entrenando a Anakin para ser un Jedi. Tres años después llegaría la segunda entrega: El ataque de los clones.

  • Star Wars: El ataque de los clones (2002)
Puedo decir sin temor alguno y creo que hablo en nombre de la gran mayoría cuando digo que nos encontramos ante la peor película de toda la saga. Se salva la parte en que nos cuentan el origen de los futuros soldados imperiales y poco más. Una trama amorosa demasiado empalagosa y mal llevada, un argumento flojo y un uso excesivo del CGI hacen de esta película un verdadero disparate.


El plan del Emperador se va formando poco a poco, al igual que el entrenamiento y la fuerza de Anakin, quien debe proteger a la princesa de ser asesinada, mientras Obi Wan investiga al misterioso ejercito de clones que se está formando para ayudar a la República en las batallas. Estos son los dos frentes abiertos durante la película y que en ningún momento enganchan verdaderamente al espectador. Unas actuaciones por debajo de lo esperado, un Anakin en modo adolescente flipado en la edad del pavo y un Yoda saltarín son lo más destacable de la película, cuyo villano es interpretado por Chistopher Lee. Se trata de una película que intenta ser demasiado y que acaba resultando una película puente hacia el esperado episodio III, que nos contaría definitivamente el origen de Darth Vader.


  • Star Wars: La venganza de los sith (2005)

Tras el desastroso experimento que resultó el ataque de los clones, Lucas tenía una oportunidad de redimirse con este tercer episodio y en cierta parte lo consiguió, aunque no del todo: se trata de la mejor de las precuelas, sin ninguna duda, aunque sigue siendo una película sin alma, rodada en un fondo verde.


Esta película trata sobre como el miedo de Anakin, es finalmente quien le lleva al lado oscuro, ya que es ese miedo a perder a Padme el que le incita a aceptar esa jugosa oferta de Palpatine (quien se revela como el Lord Sith que andaban todos buscando) en la que juntos pueden descubrir como evitar la muerte de los seres queridos.


Es una película cuya ejecución es mejor que las dos anteriores pero donde siguen faltando detalles que le den ese sentimiento, ese alma de la trilogía original. En ningún momento vemos una verdadera relación de amigos que llegan a ser hermanos entre Anakin y Obi-Wan, como nos quisieron hacer creer, con minúsculos detalles, diciéndonos que Anakin ha salvado a Obi-Wan muchas veces a lo largo de los años, menospreciando al segundo simplemente para crear en el espectador una conexión con su relación, algo que en mi caso no consiguen.

Pero el principal problema sigue siendo el de toda la trilogía de precuelas: el uso abusivo de efectos. Es una película que se rodó INTEGRAMENTE en un estudio, sin utilizar localizaciones reales, lo que hace que pierda la esencia totalmente. Los actores no están cómodos grabando así y eso se nota, dándonos unas interpretaciones por lo general por debajo de lo que suelen estar, salvándose Ewan McGregor y gracias.

Pero bueno, no todo en esta película es malo y tras una primera mitad de película algo flojera, retoma el nivel en su tramo final. A partir del nombramiento de Anakin como Darth Vader y su ataque al templo Jedi, con la ejecución de la orden 66, la película adquiere un ritmo nuevo y más entretenido, viendo como Anakin se va consumiendo hasta ser convertido en Darth Vader, tras una pelea final contra Obi-Wan, donde el primero pierde por un exceso de confianza propio de lo Sith, dejándolo quemado y al borde de la muerte, esperando la llegada de su maestro, quien le salvaria y proporcionaría su nuevo traje, el icónico, el de siempre.


Por otra parte, Padme tiene a sus bebés, Luke y Leia, muriendo después de la forma más estúpida y rebuscada que pudieron encontrar: no tenía ganas de vivir. Deberían haber buscado otra forma más coherente y sobretodo congruente con el argumento de la trilogía original, donde Leia dice claramente que era muy pequeña cuando su madre murió pero tiene recuerdos, nada de que muriera ella de recién nacidos.

Pero bueno, la última parte es en general buena, mostrándonos el inicio del imperio, el exilio de Yoda y a un Obi-Wan vigilando desde las sombras en Tatooine a un recién nacido Luke, que es dejado con su tío y que estaría destinado a convertirse en el mayor héroe de la galaxia.


Con esto pensábamos que ya no habría más Star Wars, pero como dije antes, esto no fue así y en 2012 se anunció que a finales de 2015 se estrenaría el episodio VII: El despertar de la fuerza.

  • Star Wars: El despertar de la fuerza (2015)

Ardua tarea tenía el señor Abrams, ya que tenía una doble misión: recuperar a los fans perdidos por la trilogía de precuelas, con un guiño nostálgico que les hiciera engancharse de nuevo y por otra parte, atraer a una nueva generación de niños y jóvenes, que quisieran adentrarse en esta galaxia tan tan lejana. Y bueno, por nuestra parte podemos decir que si, que lo ha conseguido y aunque no es una película perfecta, cumple perfectamente con lo que pretendía y nos ofrece la película de Star Wars que todos estábamos esperando.


Para esta película realizaremos una reseña en condiciones, pues la magnitud del evento así lo requiere, pero mientras tanto diremos que es una película donde uno vuelve a ser niño, tiene esos sentimientos encontrados y se vuelve a sentir la magia de Star Wars, en una entrega donde se cuidan mucho los detalles y que es claramente un guiño al fan medio de la trilogía original, algo por lo que ha sido muy criticada, calificándola en ciertos momentos como un remake del episodio IV.

Con esto concluimos este pequeño repaso por esta saga tan maravillosa. Esperamos que este pequeño análisis os haya gustado y si es así, no dudéis en comentar y en compartirlo. Un saludo y...que la fuerza te acompañe.


1 comentario:

  1. Siempre me cael mal que hablen mal de las precuelas sin ser objetivos. Esta bien que no les guste, pero las encacillan como malas solo por querer, yo en mi caso "La venganza de los Sith" esta casi a la altura de "El imperio Contraataca". Pero bueno cada quien con su opinión.

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